Charly Karamanian
6 min readMay 17, 2020

Desafíos de cuarentena en La Casa Sustentable.

Sábado 16 de mayo de 2020. Día 65 de la cuarentena, la estamos llevando bastante bien. Somos parte de un grupo privilegiado por lo cual estamos infinitamente agradecidos. Tanto mi mujer como yo trabajando en desafíos estimulantes y 100% realizables de manera remota e inclusive con mayor eficiencia, pero además evitándonos 3 horas diarias de viaje. Nuestros hijos son de la generación Z, adaptándose al “home schooling” sin mayores complicaciones. Las principales preocupaciones se reducen a salir al supermercado una vez por semana y sobre todo que no se corte Internet. Hoy voy a contarles acerca de dos desafíos hogareños que resolvimos esta semana usando técnicas de solución creativa de problemas y una herramienta del mundo emprendedor:

Energías renovables, cuando menos es más.

El jueves por la mañana, momentos antes de tener cinco teleconferencias programadas con colegas de Argentina e Italia, sentí un pitido continuo y ensordecedor proveniente de la sala de maquinas. Era el inverter, el corazón de la instalación fotovoltaica de la casa G, que acusaba <código 13> sobre voltaje de los paneles solares ubicados en la azotea. Enseguida le envié un WhatsApp a mi amigo Rodrigo Herrera Vegas, Co-fundador de Sustentator Energías Renovables, quien me brindo un diagnóstico a distancia super preciso. ¡Siempre es bueno tener amigos ingenieros, sobre todo si es uno de los mejores especialistas en el tema!.

El desafío.

Los paneles solares de La Casa G están orientados a 45 grados, por lo que por esta fecha el sol pega de manera perpendicular. Era un día soleado y frío, lo que produce mayor rendimiento. Además el día anterior había llovido y las superficies de los paneles estaban impecables, funcionando al 100% de su capacidad. La energía captada superaba el límite máximo de los 146 voltios del regulador solar de inverter (60–115V/max146V), dando aviso de esto con un sonido muy molesto, pero además desacoplando los paneles sin poder aprovechar la energía del sol en su máximo esplendor.

Rodrigo me comentó que la instalación estaba bien configurada. Por lo general es preferible diseñarla para que trabaje cerca del límite superior del voltaje permitido, ya que de esta manera logramos que comience a generar energía con los primeros rayos solares. Además, la eficiencia de los paneles solares disminuye con el paso de los años, por lo que esta situación debería ser cada vez menos frecuente.

Por otro lado me dió el ejemplo de la instalación que realizaron para las paradas del metrobus sobre la avenida 9 de Julio en la Ciudad de Buenos Aires. También cerca del límite superior de los reguladores solares, ya que los paneles suelen estar sucios por el propio smog de la ciudad.

Instalación solar metrobus, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Fue justamente ese dato que generó el insight para encontrar la solución a mi problema. Tenía que reducir el rendimiento de los paneles solares de manera temporal, reversible y sustentable. Necesitaba buscar una manera práctica de ensuciarlos ligeramente y que fuera resistente al agua de lluvia.

La solución.

Pintando los paneles solares de La Casa G

Solución creativa de problemas: pensamiento lateral. El sábado me puse manos a la obra, preparé una solución 95% agua y 5% Sikalastic 560 blanco (que ya tenía en casa) y lo aplique a los paneles en pocos minutos con la ayuda de un rodillo. El Sikalastic es un impermeabilizante para techos eco-amigable, conocido como membrana líquida poliuretanica. Es a base de agua y es libre de (VOC) componentes orgánicos volátiles. Con el tiempo deberá degradarse por el efecto del agua, viento y el sol. ¡La solución resultó 100% efectiva y por el momento ya no más pitidos!

Generación Z y redes sociales.

Mi hija Sofía tiene 16 años y es ávida lectora de las sagas que tratan sobre futuros distópicos. Son novelas de cientos de páginas, pero las lee en pocos días. Solemos darle una mensualidad (mesada) suficiente para algunos gastos personales menores y para que eventualmente pueda comprarse algún libro. Estando en cuarentena, con contacto social reducido solo a redes sociales, está leyendo muchísimo más que antes.

El desafío.

Sofía se propuso buscar la manera de generar ingresos para comprar sus libros. Por otro lado, en los últimos meses la aislación social disparo en ella una pregunta que hoy los adultos nos hacemos mucho: ¿Cómo puedo ser útil (generar valor) en este nuevo estado de las cosas?.

La solución.

Hace pocos días mi hija me escucho en un Instagram Live charlando sobre emprendedorismo con mi amigo el actor ecuatoriano Roberto Manrique; aclaro que no todos mis amigos son ingenieros o actores famosos. Comenzamos hablando sobre Ikigai, la filosofía japonesa que nos invita a encontrar nuestro propósito en la vida; una razón de ser que nos acerque a la felicidad. Básicamente el modelo plantea cuatro dimensiones personales: En lo que soy bueno, por lo que me pueden pagar, lo que el mundo necesita y lo que amamos. En la intersección de los círculos encontramos la profesión, la vocación, la misión y la pasión. El secreto es encontrar el Ikigai; la comunión de las cuatro dimensiones.

Reflexionamos junto a Sofía sobre el tema y surgió que entre muchas cosas se destaca en crear contenidos para sus propias redes sociales y la de sus amigos, y que además es algo que realmente le gusta. Ahora solo restaba saber si eso era lo que el mundo necesita de ella en este momento y encontrar a alguien dispuesto a pagar por ello.

¡Entonces nos dimos cuenta que estábamos parados sobre la misma solución!. La Casa G es un emprendimiento que desarrollamos para fomentar el uso racional de los materiales, las buenas prácticas ambientales y las energías renovables; definitivamente son cuestiones que el mundo necesita más que nunca. Por otro lado mis compromisos laborales ya no me permiten dedicarle el tiempo que requiere La Casa G, por lo cual yo estaba más que dispuesto a pagar por sus servicios.

Instagram de La Casa Sustentable

Entonces Sofía se convirtió en la nueva community manager de La Casa G: La Casa Sustentable en Argentina y acordamos un fee mensual fijo más un porcentaje sobre las ventas del Curso Online La Casa Sustentable.

Curso Online La Casa Sustentable

En su primera semana de gestión ya vendió el doble de cursos que el promedio de ventas de los meses anteriores. Sofía súper entusiasmada por la oportunidad de desarrollar su Ikigai, ya compró los cuatro libros de su próxima saga y por supuesto tiene un Papá súper orgulloso que no puede evitar contárselo al mundo a través de este blog.

No te olvides de pasar por el Instagram de La Casa Sustentable y seguirnos para más novedades. ¡Hasta la próxima!.

Charly Karamanian
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Written by Charly Karamanian

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