Fusión nuclear, cisnes negros y prospectiva
Si bien conceptualmente la energía nuclear tradicional, conocida como fisión, no contribuye al calentamiento global ya que no utiliza combustibles fósiles, utiliza elementos radiactivos que plantean un riesgo enorme para la vida; solo tenemos que recordar las consecuencias del desastre de Chernóbil y posteriormente el de Fukushima. Por otro lado, recientemente los eventos climáticos extremos han demostrado que las centrales nucleares no logran funcionar adecuadamente ante las olas de calor. Finalmente los costos y tiempos de construcción son enormes, mientras que el costo de las renovables es decreciente y las tecnologías de almacenamiento han madurado a tal punto que hoy la construcción de nuevas centrales nucleares de gran escala resulta prácticamente inviable.
Existe otra manera de generar energía a partir del átomo, y es la que sucede de manera natural en el centro de las estrellas, incluido nuestro propio sol, y se conoce como fusión nuclear. Esta tecnología comenzó a explorarse con fines militares en la década de 1940 como parte del Proyecto Manhattan y la investigación relativa a la fusión controlada con fines civiles se inició en la década de 1950, continuado hasta el presente. La fusión nuclear es el proceso por el cual varios núcleos atómicos de carga similar se unen y forman un núcleo más pesado. Simultáneamente se libera una cantidad enorme de energía, que permite a la materia entrar en un estado de plasma.
Los diseños más prometedores utilizan varios rayos láser de alta potencia que transfieren la energía a una pastilla de combustible pequeña, que se calienta y se genera una implosión: desde todos los puntos se colapsa y se comprime hasta un volumen mínimo, lo cual provoca la fusión nuclear.
En los últimos años hemos sido testigos de algunos avances que nos permiten suponer que la fusión nuclear ya no es una utopía. En caso de que finalmente pueda concretarse a un costo razonable, podría configurar un nuevo capítulo en la historia de la energía dado que tiene tres ventajas fundamentales con respecto a la fisión nuclear utilizada en los reactores nucleares: Sus desechos no revisten la problemática de los provenientes de la fisión; la abundancia y bajo costo de las materias primas, principalmente del isótopo de hidrógeno deuterio; y en el caso que una instalación dejara de funcionar, se apagaría inmediatamente, sin mayor riesgo para el ambiente y las personas.
El 13 de diciembre de 2022 la Secretaria de Energía de los Estados Unidos, Jennifer Granholm, anunció que el lunes 5 de diciembre en las instalaciones del National Ignition Facility (NIF) en el Lawrence Livermore National Laboratorio ubicado en California, 192 láseres de alta energía convergieron en un objetivo del tamaño de un grano de pimienta, impactando una cápsula de deuterio y tritio a más de 3 millones de grados centígrados, emulando brevemente las condiciones de una estrella. La energía de fusión liberada en el NIF fue mayor que la destinada por la energía del rayo láser aplicado con ese fin. El experimento de LLNL superó el umbral de fusión al entregar 2,05 megajulios (MJ) de energía al objetivo, lo que resultó en 3,15 MJ de producción de energía de fusión, demostrando por primera vez una base científica fundamental para la Energía de Fusión Inercial (IFE).
Aún se necesitan muchos desarrollos científicos y tecnológicos para lograr una IFE simple y asequible, que pueda proporcionar energía a hogares, empresas e industrias; sin embargo el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE) actualmente está liderando un programa IFE coordinado y de base amplia, el que combinado con la inversión del sector privado, está generando un gran impulso para lograr un rápido progreso hacia la fusión comercialmente viable. Sin duda estamos ante un nuevo capítulo y un paso más cerca hacia el desarrollo de una fuente de energía limpia que podría revolucionar la historia de la humanidad.
La fusión nuclear es un cisne negro
Los cisnes negros son aquellos eventos que provocan una disrupción enorme para nuestras actividades o negocios, e inclusive para la sociedad en general. Son sucesos que la gran mayoría considera “imprevisibles”; que nos toman por sorpresa, pero una vez que suceden tendemos a racionalizarlos, y entendemos que realmente podíamos haberlos previsto. Es un concepto abordado ampliamente por Nicholas Taleb en su libro “El Cisne negro, el impacto de lo altamente improbable”. El termino cisne negro per se, es una metáfora con origen en la Europa pre colonial, donde se creía que todos los cisnes eran blancos dado que nunca habían visto un cisne negro. A fines del 1.600, cuando los ingleses colonizan Australia, navegando por el río Swan, encuentran por primera vez a los cisnes negros y llevan algunos ejemplares de regreso a Europa.
Estamos frente a una situación de no creer que algo puede ser distinto a lo conocido, o peor aún, cuando ni siquiera sabemos lo que no sabemos. Este tipo de situaciones son las que pueden causar la mayor disrupción a nuestros negocios.
Algunos ejemplos en la historia son el hundimiento del Titanic, en su momento el barco más grande fabricado por el hombre, considerado in-hundible y que es su viaje inaugural choca con un iceberg y se hunde. La primera y segunda guerra mundial; si bien anteriormente existieron innumerables conflictos bélicos, no provocaron una disrupción tan importante y generalizada en las economías y la vida de las personas. Las guerras también fueron la causa de grandes avances en una variedad de campos, como la aviación, la industria naval, la energía nuclear, el radar e inclusive el primer sistema informático mecánico que fue utilizado para la codificación de la información, y que años más tarde daría vida a las computadoras modernas. Una gran crisis plantea un desafío que convoca a los recursos y las mentes más brillantes a trabajar en la búsqueda de nuevas soluciones.
Otros cisnes negros fueron el desastre nuclear de Chernóbil y años más tarde Fukushima, aún con tecnología más moderna, que incorporaba las lecciones aprendidas de la tragedia rusa. No habían ponderado adecuadamente la probabilidad e impacto de un terremoto marino de gran magnitud, que provocó un tsunami que inundó las salas de maquina donde estaban los generadores que hacían circular el agua para enfriar los reactores nucleares. ¿Pero era esto realmente imprevisible?
En efecto existen metodologías que nos permiten anticiparnos a los posibles cisnes negros y trazar planes de contingencia. Son las mismas herramientas que nos permiten anticiparnos a los avances tecnológicos que pueden provocar una disrupción en nuestros negocios, y pasar de ser observadores pasivos, a detectar esas señales y tendencias para crear el futuro deseado.
Para ilustrar la metodología de gestión de cisnes negros, voy a anticipar una de las herramientas más utilizadas en prospectiva, conocida como la matriz de priorización o matriz prospectiva.
Matriz de priorización
Para no ahogarnos en un mar de señales debemos apoyarnos en la matriz de priorización. Cuando estemos ante una señal que queramos analizar, preguntémonos cual es el grado de impacto e incertidumbre que podría traer para nosotros, nuestras empresas y nuestros futuros. Solo debemos considerar aquellas señales que pueden provocar una gran disrupción en nuestros negocios y actividades. Tenemos recursos y tiempo limitado, con lo cual dejamos aquellos que son irrelevantes a un lado y seguimos con el proceso. Si en el tiempo ese evento o tecnología cambia su estatus, podemos volver a evaluarlo. Luego, para las señales con potencial de alto impacto determinamos la probabilidad de que puedan transformarse en tendencia. Solo debemos considerar los que tengan alta probabilidad de ocurrencia; si la probabilidad es baja entonces no es relevante. Nuevamente dejamos a un lado a las señales de baja probabilidad, pero las clasificamos y re chequeamos periódicamente su estatus mediante un sistema de alertas o vigilancia tecnológica para rápidamente enfocar nuestra atención en el caso que un nuevo suceso haga que la señal se potencie y se transforme en una tendencia disruptiva.
El siguiente gráfico es un ejemplo de matriz de priorización realizado hace dos años durante un taller grupal utilizando la herramienta Mural, donde exploramos señales y analizamos el impacto sobre el futuro de la energía.
En el margen superior derecho podemos ver que ya teníamos identificada a la tecnología de la fusión nuclear como cisne negro, ya que presentaba un alto grado de impacto y un alto grado de incertidumbre. Con el paso del tiempo, y avances como el comunicado por el departamento de energía de los Estados Unidos el día de hoy, esta tecnología ira reduciendo su grado de incertidumbre, desplazándose gradualmente hacia la izquierda, hasta que finalmente, cuando sea un sistema de generación de energía escalable y costo efectivo, se transforme en un elemento predeterminado.
Como vemos en el gráfico, es muy importante no limitar las posibilidades a lo más habitual y conocido sino todo lo contrario. Debemos pensar en las situaciones más disruptivas e inverosímiles posibles. ¡Debemos pensar lo impensable e imaginar lo inimaginable! Por ejemplo, un suceso que indudablemente constituiría un cisne negro es el encuentro con seres alienígenas. Claramente si los hombrecitos verdes en algún momento logran llegar a nuestro planeta desde algún rincón de la galaxia a años luz de distancia, posiblemente lo hagan utilizando alguna fuente de energía y un sistema de propulsión tan avanzado que convertiría a nuestras actuales tecnologías en obsoletas.
Prospectiva y diseño de futuros
Vivimos en un mundo en donde los cambios se aceleran de manera exponencial. Cambios económicos y sociales impulsados por las nuevas tecnologías, la digitalización y nuevos modelos de negocio. Sin duda muchos cambios positivos, pero también negativos relacionados a distribución de los recursos y las consecuencias cada vez más evidentes de la crisis climática.
Decimos que es Volátil porque nuestro entorno cambia a gran velocidad. Es Incierto por la dificultad de anticiparnos a los sucesos, siendo los cambios de contexto cada vez más frecuentes. El entorno es Complejo porque las variables son cada vez más, ya que vivimos en un mundo globalizado; basta con recordar como un virus que comenzó en China en pocos meses se convirtió en una pandemia mundial. Es Ambiguo, por la dificultad para anticipar estos eventos disruptivos y entender cuál puede ser el impacto en nuestras propias actividades.
Quienes nos dedicamos a diseñar los productos, servicios y las soluciones del futuro no somos Nostradamus ni tenemos la bola de cristal. Buscamos y analizamos señales, identificamos tecnologías, impulsores y tendencias, para poder ver la dirección del cambio, hacer pronósticos y construir escenarios posibles. No se trata de predecir el futuro con certezas sino de contar historias de futuro para provocar la acción en el presente, y así poder construir entre todas las partes interesadas el futuro que queremos alcanzar.
Cuando pensamos en el corto plazo, en lo que vamos a hacer la semana que viene, el mes que viene o el año que viene, mentalmente estamos atados al contexto VICA. En cambio, si utilizamos las herramientas de la prospectiva y el diseño de futuros, si miramos a través del catalejo más allá de los 10 años, nos estaremos despegando de las restricciones y vaivenes del presente, para ser parte activa de la construcción de nuestro futuro.
Entonces la Volatilidad se transforma en Visión, la Incertidumbre en Comprensión, la Complejidad en Claridad y la Ambigüedad en Agilidad; entendiendo a la agilidad como la hoja de ruta dinámica que nos permitirá avanzar en la construcción de nuestro futuro preferido.
¡Animate, vos también podés diseñar tu futuro!
Para aprender más sobre prospectiva te invito a ver el siguiente video: clic aquí